No es lo que entra en la boca
lo que contamina al hombre;
sino lo que sale de la boca,
eso es lo que contamina al
hombre.
Mateo 15:11
Si las personas supieran el poder de lo que dicen, estarían muy
pendientes de cada palabra que salga de sus labios. Recuerda: lo que decimos es
como el tiempo, no se puede devolver.
No sólo podemos lastimar a las personas innecesariamente, sino que; con
todo lo que digamos nos dañamos a nosotros mismos, las palabras son decretos,
invocaciones, pensamientos sonoros, y esa energía sonora afecta nuestra vida.
“A mí nadie me entiende” “Siempre llegó tarde” “Hoy no estoy de humor para nada” “El dinero
nunca alcanza” “Siento que me voy a
enfermar”

Y peor aún; todo lo que le digamos negativo a nuestros niños estarán
formando su sistema de creencias y programándolos para que lo crean como algo
verdadero. Para citar un ejemplo una niña que creció escuchando a su madre
decirle:” Nunca haces bien las cosas” lo terminará creyendo en su subconsciente
y le afectará por el resto de su vida hasta que se desprograme de esta
creencia. Por ello mucho de nosotros debemos meditar sobre todo aquello que en
la infancia trataron de inculcarnos y que sea negativo, y trabajar remplazando
aquella creencia por su opuesto.
Estamos tan acostumbrados a hablar sin reflexionar lo que decimos que al
principio tal vez te sea difícil controlarlo, es importante que cada vez que
estamos en una conversación cotidiana nos detengamos un momento a pensar:
·
¿Estoy teniendo una conversación negativa o positiva?
·
¿Cuándo me refiero a mi persona de que manera lo hago?
·
¿Causo alguna molestia con lo que hablo?

Las palabras son pensamientos hablados y si sumado a esto se cargan de intención y emoción sus resultados negativos o positivos se verán reflejados en nuestra vida aún más rápido
Procedimientos:
·
Procura hablar sólo temas positivos.
·
Evite estarse quejando y hablándolo con otros.
·
Esté atento a todo cuanto digas así formaras el habito de
cuidar tus palabras.
Decretos:
Yo soy la palabra perfecta, todo lo
que digo es amor, todo cuanto hablo es luz.